martes, 6 de junio de 2017

RESEÑA: La masai blanca- Corinne Hofmann

Autora: Corinne Hofmann
Título: La masai blanca
Título original: Die weisse Massai
Traducción: Isi Feuerhake
Editorial: Ediciones B
Páginas: 384
Categoria: Memorias. África. Viajes.




Corinne Hofmann, una joven suiza de veintiséis años que se encuentra de vacaciones con su novio en Kenia, queda flechada al ver a un guerrero masai. A partir de allí se siente infeliz con la vida que lleva y piensa en romper con todo lo que tenía asegurado: una vida acomodada en Berna, una pareja estable de años, un negocio propio desde los veintiún años. Su vida da un vuelco y decide quedarse en Kenia a vivir con ese guerrero, Lketinga, viviendo con él en condiciones miserables con una tribu masai con la que no se puede comunicar. Su vida ya no puede aspirar a los lujos, pero tampoco a artículos de primera necesidad. Pero todo parece justificarse cuando se trata de su amor por Lketinga.






Esta novela en particular no la elegí porque me interesara el romance, sino, más bien, como excusa para conocer una historia en África. Además de que quería conocer cómo se movían los masai, cuáles eran sus costumbres, una radiografía de ese pueblo, más que la historia de amor, y cómo se dio la unión entre seres tan opuestos. Todo eso llevó a mi curiosidad, pidiendo que este libro satisficiera estas dudas y no quede solo en la historia de amor.

Tribu masai

Es un relato contado de manera íntima y extremadamente subjetiva. Tiene capítulos cortos, pero a la vez suceden muchas cosas, para ser tres años relatados, suceden demasiadas cosas, parecen más. Todo el relato es más una experiencia, una persona que se nota que no es escritora, como ella misma lo dice, escribió su historia por insistencia de sus amistades que le decían que valía la pena.

Doy las gracias a todas mis amigas que me ayudaron mientras escribí este libro, sobre todo a Hanny Stark, que me motivó y animó a escribirlo, y a Anneliese Dubacher, que se tomó el laborioso trabajo de teclear mi manuscrito en el ordenador.

Es por esto que no se la puede juzgar más allá de lo que nos cuenta y su vida, lo cual tratándose de una biografía solo queda comprender las cosas, porque así sucedieron, no pudieron ser torcidas para que el argumento cuadre mejor. Lo único que sí juzgo es su actitud para lo descripto, su manera de relatar las cosas, teniendo en cuenta su mirada, o sea una europea de primerísimo mundo descendiendo no ya en el tercer mundo del que se habla en la tele, sino al cuarto y hasta quinto mundo, porque se metió en lugares que el turista ni siquiera sueña desde su hotel lujoso donde lo único que le llega de Kenia es el clima.


 CHOQUE DE CULTURAS

Corinne y Lketinga

La historia nos está hablando de dos personas de mundos totalmente diferentes. Por un lado tenemos a Corinne, de Suiza y por otro, a Lketinga, de Kenia. Veamos de qué estamos hablando con esto, cuando Corinne cae en la cuenta de que ya no puede seguir su vida como la conocía.

Marco me consuela y opina condescendiente que todo volverá a la normalidad tan pronto regresemos a Suiza. En tono lastimoso replico: —No quiero volver. Quiero quedarme aquí en este hermoso país, con esta gente encantadora y, sobre todo, con este fascinante masai.
Naturalmente, Marco no me entiende.

Al ser un libro sobre las experiencias y costumbres que tuvo que atravesar Hofmann es fundamental hablar del terreno que pisamos. Primero hablaré del lugar de donde ella viene y luego el de su amor, Lketinga.

Corinne Hofmann nació en Alemania, pero, hasta el momento del viaje a Kenia, vivía en Suiza desde muchos años atrás. Se encontraba en una posición cómoda de vida en la capital del país, Berna. Allí tenía su negocio, una tienda de vestidos de novia. Vivía en una casa con su novio Marco, tenía su vida ya encaminada y planeada. 

Kenia, es el país donde nació y vive Lketinga y toda su familia. Allí es donde, en unas vacaciones junto a su novio Marco, Corinne ve por primera vez a Lketinga en un autobús y se siente atraída por él. De inmediato, esto hace que ella caiga hechizada ante ese hombre y ese país y decide instalarse en el lugar, revelando todas las carencias que tiene el país y descubriendo de a poco zonas alejadas. Gracias a todo el viaje que emprende, mayoritariamente sola una vez que alguien ya le ha enseñado el camino, puede conocerse gran parte del país, con excepción del oeste, el cual no pisan en ningún momento, no vieron la necesidad. Es una buena forma de conocer por dónde se movió  y, para eso, el mapa se torna infaltable.

Partiendo de esta diferencia de mundos, hay muchos temas con los que chocan. Desde el lugar donde viven y cómo debe ser administrado, hasta las costumbres. La forma de mover el dinero que tiene Corinne y lo necesitados que están todos de todo. 

Corinne vestida de novia

Un momento claro del choque de culturas es cuando Corinne quiere casarse con Lketinga. Para eso los de la tribu quiere que se haga la ablación (ella misma ve una situación en que le hacen la ablación a una chica). La ablación es una “operación” que hace alguien de la tribu con un cuchillito y le quita el clítoris a las mujeres, una práctica muy común en tribus africanas de mutilación genital femenina.. Corinne no está de acuerdo y es el único momento en que ella está dispuesta a dejar todo para no sufrir esa tradición.

Normalmente, la fiesta empieza por la mañana con la ablación de la mujer. Me quedo perpleja.
 —¿Por qué? —quiero saber.
 —Porque sin ablación no sería una mujer de verdad y no podría tener niños sanos —contesta muy serio James, habitualmente tan instruido.
 Antes de tener tiempo de recuperarme, Lketinga entra en la cabaña. Me mira con una sonrisa radiante y me alegro de que haya vuelto. (…) puedo, al fin, preguntar a Lketinga por lo de la ablación. Le digo categóricamente que estoy dispuesta a participar en todo, pero que de ningún modo me voy a someter a la ablación del clítoris. Me mira tranquilo.
 —¿Por qué no, Corinne? Aquí señoras todas hacerlo.

Finalmente Lketinga es quien trae la solución a la cuestión, le dice que le contara a la tribu que ella ya se lo había hecho en Europa cuando era chica, y tema solucionado.


VIAJE AL CORAZÓN DE KENIA


Si hay algo que recomiendo para leer este libro es seguir los caminos de Corinne con un mapa de Kenia. Me parece que lo hace más interesante y una va teniendo noción de los recorridos (muy largos) que hace Corinne durante todos sus viajes por el país. Porque la historia empieza por las playas de Mombasa, pero luego debe ir al sur, Ukunda, para visitar a Lketinga preso; luego a Malindi donde trabaja Lketinga para ganar algo de dinero de turistas; Nairobi, la capital, que extrañamente se visita poco en la historia; y por último, Barsaloi, al norte, donde vive con Lketinga y su familia. Ni hablar de cada pueblito por donde tiene que pasar para llegar hasta ahí y donde debe viajar continuamente para conseguir víveres. También nos va hablando de pequeñas situaciones que son normales para ese entorno pero que ella no los entiende bien. Eso es muy rico en el relato, tiene detalles de cocina, costumbres de la tribu que son interesantes, una puede ver cómo funciona esa sociedad, aunque ella no lo respete mucho. Hay bastantes, aquí un ejemplo.

Seguimos dando la vuelta a otro recodo del lecho del río hasta quedar fuera del alcance de las miradas. Aquí se desnuda y se lava. Cuando también yo me dispongo a quitarme toda la ropa, me mira espantado.
 —¡No, Corinne, eso no estar bien!
 —¿Por qué? ¿Cómo he de lavarme si no me puedo quitar la camiseta y la falda? —pregunto.
 Me explica que no puedo desnudarme las piernas, que sería indecente.

La mejor manera que tuvo Corinne de mostrarnos el país es a través de los constantes viajes que hace de una punta a la otra, de la costa al centro del país y luego al norte, el sur no fue explorado más que el de la costa. Corinne, en su afán por mejorar e intentar sobrevivir al lugar, viaja constantemente para conseguir los alimentos y necesidades en abundancia e intentando a buen precio, pero siempre le ven la cara de blanca (blanco = le podemos sacar dinero) y la terminan estafando, sabiéndolo ella.

A través de sus páginas, una pudo conocer seres humanos de lo más variados, porque se encontraba con gente que la ayudaba, pero en su mayoría con quien quería vivir de ella, de su dinero, siendo parte de eso su marido también.

Se conocen las penurias que viven las personas nativas, pero que Corinne nunca se permitió vivir porque ella tenía dinero –y mucho- para solventar sus necesidades y los de su marido, tanto así que hasta logra comprar una 4x4 para el desierto. En cuestión de penurias económicas, Corinne no se vio envuelta, pudo vivir esos pocos años que compartió realizando sus caprichos ya que tenía el dinero para hacer lo que quisiese en África, con su deseo de aventura, pero también es cierto que la cosa se estaba viendo fea hacia el final.

Si se trata de querer conocer Kenia, alguien quiere leer sobre cómo es Kenia, este libro explora zonas más pobres y conocer los puntos de negocios, donde compra la gente, dónde se encuentran los turistas y el contraste inmediato con los keniatas, pero no se trata cuestiones sociales en profundidad (no hay que olvidar que Corinne cuenta todo desde su subjetividad: sus sentimientos y aventuras).


CORINNE, LA IMPULSIVA


¿Por qué sucede todo esto, toda esta historia? Por una persona de pronto impulsiva, que siguió a sus corazonadas que le decían que su vida estaba en Kenia y que hizo todo lo posible porque así fuera.

Marco dice: —¡Corinne, mira allá enfrente, aquel hombre es un masai!
 —¿Dónde? —pregunto y miro en dirección contraria.
 Al fin, lo veo, y es como si sobre mí cayera un rayo. Hay allí un hombre alto, muy moreno, muy hermoso y muy exótico, sentado displicentemente en la barandilla del ferry. El hombre clava en nosotros sus ojos oscuros. Somos los únicos blancos entre todo el gentío. Dios mío, pienso, qué guapo es, jamás he visto nada igual.
 Lleva por única vestimenta un paño que le cubre las caderas. En cambio, sus adornos llaman la atención. En la frente tiene un reluciente y enorme botón de nácar con cuentas multicolores. Sus largos cabellos rojos están recogidos en finas trenzas y su rostro está cubierto de signos pintados que se extienden hasta el pecho, sobre el que cuelgan dos largos collares de cuentas de colores. En las muñecas lleva varios brazaletes. Su rostro es de una hermosura tan armónica que se podría confundir con el de una mujer. Pero su porte, la mirada orgullosa y la musculatura tensa y recia denotan que se trata de un hombre. Ya no soy capaz de apartar la mirada. Tal como está sentado allí, bajo el sol a punto de ponerse, parece un dios joven.
 Dentro de cinco minutos no volverás ya a verlo nunca más, pienso compungida, pues atracará el ferry y todos se lanzarán a la carrera hacia los autobuses y desaparecerán en todas direcciones. La idea me entristece.

La verdad que la actitud de Corinne te hace agarrarte la cabeza más de una vez, tiene una manera de accionar tan sin mirar consecuencias, sin analizar situaciones, sin estudiar posibilidades que hace que una tema por su comportamiento. Estamos hablando de una persona independiente y trabajadora que tenía una vida acomodada en Berna, pero el impulso de un día hace que quiera dejar su novio, con quien fue a Kenia de viaje, y su estilo de vida acomodada.

Algo que me chocó mucho de la historia es eso de venderla como de romance, una mirada que lo dice todo, dos personajes destinados por un solo encuentro. No pasa nada de eso y la actitud de Corinne es muy contradictoria, porque ella en su cabeza ya se ha hecho la película de que se quedará a vivir en Kenia con Lketinga, pero nunca sabe si él lo quiere así

Mañana es nuestro antepenúltimo día, y me he propuesto comunicarle a mi masai que, tras las vacaciones, voy a abandonar a Marco. Al lado de lo que siento por Lketinga todo lo demás, todo lo que hubo antes, se me antoja ridículo. Mañana se lo explicaré de alguna manera y también le diré que pronto volveré sola. Una sola vez reflexiono brevemente sobre los sentimientos que él pueda albergar hacia mí, pero inmediatamente me contesto a mí misma: “¡Tiene que sentir lo mismo que yo, no puede ser de otra manera!”

Ella se impone bastante ante él, porque con ser blanca basta para que él acepte que lo acompañe. Pero no hablan el mismo idioma, entonces Corinne todo lo que decidió hacer es porque quiso quedarse a vivir sus fantasías con un guerrero masai que finalmente no la complacería como ella quiere. Nunca se pone a pensar en la cultura o tradiciones del lugar donde se está metiendo y ni hablar de cumplirlos ella misma.

Debo decir que más de una vez me han dado ganas de sacudir a Corinne y decirle: Corinne, ¿qué estás haciendo?. Ella hace lo que quiere y porque puede, toda su experiencia en el país es nebulosa, en cierta manera, porque cada uno de sus inconvenientes siempre es solucionado con dinero y mucho. Ella no pasa por la experiencia por la que pasan las demás mujeres, ella no camina, no comparte casa, no tiene necesidades porque tiene dinero. Esto le da ventajas –la de conseguir todo ya- y desventajas –que cada uno le vea la cara de idiota y le cobre por todo el triple de lo que vale-.

Nada sucede hasta que Edy me explica que habría que darle discretamente unos chelines kenianos a aquel tipo. Pero ¿cuántos? Jamás en mi vida he tenido que sobornar a nadie. Pongo, pues, cien chelines en la mesa, lo que equivale a aproximadamente diez francos suizos. Con aparente indiferencia se mete el dinero en el bolsillo y, al fin, nos dirige una mirada

Es frustrante por momentos ver cómo la estafan y que ella lo sepa, pero no queda otra. Y todo parece suceder porque quiere acostarse con un guerrero, y no estoy siendo exagerada porque es la sensación que da, sólo éso es lo que parece justificar todos los sufrimientos que vivió: ver un alumbramiento de bebé muerto, casi sufrir una ablación, los maltratos del marido, los abusos del poder, las continuas estafas económicas, la ineptitud del marido para todo lo que involucre negocio y dinero, no saber el idioma… etc, etc.

Corinne posando con cabras

 DATO INTERESANTE: Corinne continuó escribiendo otros libros sobre su experiencia en Kenia que le continuan a este, para el que quiera saber qué sucedió después. Le siguen Volviendo de África y Reunión en Barsaloi



En síntesis, el libro me pareció provechoso para conocer regiones de África que no se conocen fácilmente. 
Se puede dar una mirada a las costumbres de los pueblos masai y cómo se manejan para obtener lo poco que tienen. Desde el punto de vista de historia de amor, no comparto los arrebatos de Corinne, pero los entiendo. No me pareció una historia de amor rosa en donde todo debe encajar como sea para la felicidad de la protagonista, eso no sucede aquí. Al contrario, quisiéramos que Corinne no se quede en el lugar porque cada vez se ve más tapada por problemas y angustias. Para ser la historia de una vida es muy interesante y siempre voy a recomendar leerla ya que lateralmente nos permite ver aspectos un poco desconocidos de África.



Corinne Hofmann


Nació en Alemania el 4 de julio de 1960, de padre alemán y madre francesa. . A la edad de 21 años abrió su propia tienda de moda para novias y ropa exclusiva de segunda mano en Suiza.
En 1986, Hofmann y su novio Marco hicieron un viaje a Kenia Allí conoció a Lketinga, un guerrero samburu, un grupo étnico emparentado con los Masai, del que se enamoró. Dejó entonces a su novio y volvió a Suiza para vender sus posesiones. Seis meses después, regresó a Kenia para casarse con Lketinga y vivir en la aldea Barsaloi. Poco tiempo después, nació su hija Napirai
Las condiciones de vida en la aldea eran muy difíciles. Vivían en una choza de barro, con poca higiene y a varias horas de la ciudad más cercana. Su hija sufrió desnutrición y ella misma enfermó varias veces de malaria. Además, tuvo graves conflictos culturales debido a las diferencias en la concepción de la sexualidad, la poligamia, la mutilación genital femenina o la educación. Su relación con Lketinga se deterioró aún más a causa de los celos y esto la llevó en 1990 a separarse de su marido y a volver a Suiza con su hija de 3 años.
Más tarde, decidió escribir un libro sobre las experiencias vividas en Kenia. El libro, titulado Die weisse Massai (La masai blanca), llegó a ser todo un fenómeno. Ha sido traducido varios idiomas, y llevado al cine  protagonizado por la actriz Alemana Nina Hoss y Jacky Ido.
Desde entonces, Corinne Hofmann ha escrito otros dos libros, Zurück aus Afrika (De vuelta de África) y Wiedersehen in Barsaloi (Nos vemos en Barsaloi).



#MusicForReaders           #BookSoundtrack                 #Books&Music


Es la sección en la que pongo una canción elegida por mí, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:


 BookSoundtrack para " La masai blanca":  

 Africa   de   Toto

Préstenle atención a la letra y verán...






I stopped an old man along the way 
( Detuve a un anciano en el camino )

Hoping to find some long forgotten words or ancient melodies 
( Esperando hallar algunas palabras olvidadas o melodias antiguas )

He turned to me as if to say, 
"Hurry boy, it's waiting there for you" 
( Él se volteó hacia mi como diciendo "apurate muchacho, está esperando allí por ti" )


It's gonna take a lot to drag me away from you 
( Va a costar mucho arrastrarme lejos de ti )

There's nothing that a hundred men or more could ever do 
( No hay nada que ni cien hombres puedan alguna vez hacer )

I bless the rain s down in Africa 
( Bendigo la lluvia que cae en África )

Gonna take some time to do the things we never had
( Va a tomar cierto tiempo hacer las cosas que nunca hemos hecho )

...
Sure as Kilimanjaro rises, like Olympus above the Serengeti 
( Seguro como que el Kilimanjaro se eleva, como el Olimpo sobre el Serengeti )

I seek to cure what's deep inside, 
( Busco la cura que está muy dentro)

frightened of this thing that I've become 
,( asustado de ésto en lo que me he convertido)
"Hurry boy, it's waiting there for you" 
(  "apurate muchacho, está esperando allí por ti" )


It's gonna take a lot to drag me away from you 
( Va a costar mucho arrastrarme lejos de ti )

There's nothing that a hundred men or more could ever do 
( No hay nada que ni cien hombres puedan alguna vez hacer )

I bless the rain s down in Africa 
( Bendigo la lluvia que cae en África )


Merci Bookú


 "...In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night! ..."










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